Aprendizajes en la región Centro: avances dispares e inequidad
Entre 2013 y 2017 aumentó el porcentaje de estudiantes de secundaria con buen nivel de desempeño en Lengua en Buenos Aires, CABA, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe. Sin embargo, esas mejoras fueron dispares. En Matemática, en cambio, sólo Córdoba y CABA evitaron retrocesos en este período. En Buenos Aires, CABA y Santa Fe, la baja participación en algunas evaluaciones solo permite tomar ciertos datos de modo ilustrativo.
En el período 2013-2017 se registró una caída de 4,1 puntos porcentuales en el promedio nacional de alumnos que alcanzaron el nivel satisfactorio y avanzado en Matemática. Solo Córdoba y CABA lograron evitar una caída en este período (crecieron respectivamente 1,8 y 0,3 puntos porcentuales), mientras que los mayores retrocesos se dieron en Entre Ríos (-9,8) y Santa Fe (-9,7).
En Lengua, todas las provincias de la región Centro presentan niveles de desempeño por encima del promedio nacional (62,5% de estudiantes con desempeño satisfactorio y avanzado). En Matemática, Buenos Aires (31,3%) coincide con el promedio nacional (31,2%), mientras que Entre Ríos (29,7%) se ubica por debajo, y el resto –CABA, Córdoba y Santa Fe– superan el promedio nacional.
«En la literatura internacional, Matemática es la disciplina que explica mejor los efectos de la escuela. Lengua, en cambio, parece hablar del contexto, de la realidad sociocultural. Mirando los resultados de Matemática en nuestras escuelas, parece que deberíamos preocuparnos: nos cuesta mucho que las escuelas mejoren en este campo. Tenemos que ordenar un esquema de trabajo para lograr mejores resultados», plantea Gustavo Iaies , director de la Escuela de Gestión Educativa (ESEADE).
“Un aspecto a tener en cuenta es la evolución de los desempeños en términos de equidad, es decir, si tiende a reducirse o ampliarse la brecha de desigualdad entre los estudiantes de los sectores socioeconómicos más y menos favorecidos. Si bien en jurisdicciones como Córdoba los resultados de Lengua han mejorado, esa mejora es significativamente mayor en los sectores socioeconómicos altos. En Córdoba, mientras que en el nivel socioeconómico más alto la proporción de estudiantes que alcanzan nivel satisfactorio o avanzado ha aumentado un 11%, en el sector más desfavorecido la mejora es apenas del 2,3%”, advierte Ángel Robledo , profesor de la Factulad de Educación de la Universidad Católica de Córdoba. En otras palabras, explica Robledo, “mejoramos pero somos más desiguales”.
Algunos datos relevantes sólo pueden tomarse a modo ilustrativo, porque las jurisdicciones no alcanzaron la tasa mínima de 50% de estudiantes respondientes. Es el caso de CABA, que en 2016 tuvo un 44,1% de estudiantes respondientes en el sector estatal, mientras que en Buenos Aires (46,5%) y Santa Fe (49,3%) sucedió lo mismo en el sector estatal en Aprender 2017.
En todas las provincias de la región Centro, los alumnos que asisten a escuelas de gestión privada obtienen mejores resultados que aquellos matriculados en escuelas de gestión estatal, tanto en Lengua como en Matemática. Las mayores brechas entre escuelas privadas y estatales se encuentran en la provincia de Buenos Aires (25,4 puntos de diferencia en Lengua y en Matemática) y en Córdoba (21,8 puntos de diferencia en Lengua y 27,9 en Matemática).
Por último, Julio Durand , profesor titular e investigador del Centro de Investigación en Política Educativa de la Escuela de Educación de la Universidad Austral, indicó: «Destaco la importancia de la continuidad en las evaluaciones y el esfuerzo para lograr comparabilidad entre la ONE 2013 y Aprender de los últimos años. Más allá de mejoras o retrocesos puntuales, es importante seguir construyendo el mapa de datos que permita vislumbrar tendencias, ponerlas en relación con las acciones y políticas públicas implementadas y explorarposiblescausalidadesque fortalezcanlatomadedecisionesconevidenciasólida. La creciente brecha en los resultados entre los sectores de gestión estatal y privada, potencia la intuición sobre el perjuicio que produce la pérdida de días de clase por las medidas de fuerza gremiales, que impactan en mucha mayor medida en las escuelas públicas.»