Aumenta la asistencia social en localidades de la zona
Un relevamiento periodístico señala el incremento de las demandas sociales en la zona. El informe tomó datos de áreas municipales de asistencia social, comedores comunitarios, Cáritas, merenderos, y roperos solidarios, entre otros espacios. Un repaso por Hasenkamp, María Grande, Seguí, Tabossi, Ramírez, Estación Sosa, Valle María, Aldea María Luisa, El Pingo y Aranguren, muestra el costado más duro de la crisis económica.Las necesidades son siempre las mismas. Lo que cambia es la cantidad de habitantes con esas necesidades.
La información viene ratificándose hace tiempo desde el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, que conduce Laura Stratta. Ahora, un recorrido del medio Paralelo/32 recabó datos específicos de cada lugar.
“Porque no tienen trabajo, porque no les alcanza, porque ganan poco, o porque son jubilados”. Ese es el abanico de respuestas más comunes que dan quienes van a pedir ayuda. Las necesidades aumentan porque el escenario recesivo está en marcha desde hace más de dos años, y porque en los últimos meses se agudizó.
Hasenkamp
En Hasenkamp, a través de Acción Social municipal se trabaja diariamente con ayuda y aportes. Está el “Ropero solidario”, una alternativa que busca colaborar con personas de bajos recursos que necesitan un abrigo. También se reparten platos de comida caliente, mate cocido o café con leche en el comedor del Hogar municipal.
También en esa localidad, el Hogar de Día Belén, por ejemplo, arranca su actividad solidaria a la mañana y sirve comida a unas 80 personas durante el mediodía. Hay gente de todas las edades. También se entrega una vianda para la noche.
El Hogar de Día también tiene docentes para los chicos de hasta 12 años. En tanto, el ropero siempre está bien abastecido porque se reciben donaciones permanentes, a lo que se suma la ayuda provincial. Otro tanto adquiere la Municipalidad.
María Grande
En la ciudad termal funciona un comedor comunitario en el CIC, que atiende diariamente entre 10 y 15 personas. A algunos, incluso, se les lleva la comida a la casa (sistema que se utiliza, principalmente, en los casos de personas mayores que viven solas o que poseen alguna dificultar para movilizarse).
Cáritas hace su aporte con ropa principalmente. Además, en la Asociación Social y Deportiva Diego Armando Maradona de Barrio Castaldo, se da copa de leche a los chicos tras las prácticas en el club.
Seguí
En Seguí, la mayoría de las necesidades también son atendidas desde el Área de Acción Social de la Municipalidad. Las autoridades locales confirmaron que aumentó de manera importante la demanda en los últimos meses. “Cada vez hay más gente que solicita ayuda, pidiendo colaboración a través de bolsones de comida, con ayuda para medicamentos o hasta para poder pagar las facturas de los servicios. Hay cuestiones simples y otras muy complejas, pero es mucha la gente que pide ayuda”, se indicó.
Las escuelas Nº 61 y la Integral Nº 22 son las que tienen comedores escolares, y en el Centro de Desarrollo Infantil, donde van chicos de 45 meses a 3 años, se da desayuno y almuerzo; y en las escuelas se reparte merienda. La Escuela Técnica también tiene su comedor.
Tabossi
En Tabossi no hay merenderos, pero sí el comedor de la escuela primaria, al que asisten muchos niños. El municipio asiste con bolsones de comida que se gestionan ante Acción Social de la provincia. También se ofrecen medicamentos.
El intendente Néstor Landra reconoció que reciben “todo tipo de pedidos, incluida ayuda para pagar facturas de luz principalmente”, pero aclaró que “en estos casos particulares no se da respuesta pública porque sería imposible afrontar la demanda”, ya que habría “más de 100 familias en condiciones de pedir colaboración, lo que sería imposible de afrontar desde las arcas municipales”.
En la escuela del pueblo, a modo de ejemplo, el intendente graficó que “son 80 pibes aproximadamente los que encuentran su alimento diario”.
Ramírez
En General Ramírez la Municipalidad es, también, el principal sostén de quienes necesitan apoyo del Estado, ya que en el Comedor Comunitario del Polideportivo Municipal, por ejemplo, “preparan 64 raciones diarias para personas y familias en situación de vulnerabilidad”.
La comida puede ser consumida en el lugar, o retirada en viandas, ya que se considera que es una forma de preservar la intimidad y el hecho de compartir la mesa familiar. “Duplicamos los fondos recibidos desde la provincia para garantizar un menú más variado y mejorar la alimentación de los destinatarios. En la actualidad la Municipalidad aporta el 65 por ciento de los recursos y el restante 35 por ciento es solventado por el Ministerio de Desarrollo Social de Entre Ríos”.
Funciona también Cáritas, ayudando con ropa, y algunos comedores escolares, que completan la labor.
Estación Sosa
El presidente de la Junta de Gobierno, Héctor Orzuza, explicó a nuestro medio que “en Estación Sosa también atendemos desde la Junta, dentro de las posibilidades, con políticas sociales activas, ya que tenemos un comedor en la escuela que, desde siempre, es manejado por la dirección de la institución”.
Allí a los chicos se les da el desayuno y almuerzo y ahora merienda también. Algunos, de todas formas, llevan la vianda a su casa. La comuna, además, ofrece alimentos o módulos alimentarios, zapatillas, frazadas, pasajes y hasta medicamentos.
El presidente municipal remarcó que “crece la demanda permanentemente, por eso tratamos de mantener todas las políticas sociales activas, apoyándonos principalmente en el gobierno provincial, que colabora con nosotros en la medida de sus posibilidades”.
Valle María
El intendente Arsenio Ortman comentó: “Tenemos en la Municipalidad un área de Acción Social que viene trabajando normalmente. Hay más demanda de ayuda, lo notamos, principalmente de órdenes de compra para alimentos. Pero se hacen gestiones provinciales para frazadas, también, por ejemplo, a través del Plan Cobijar”.
El jefe comunal agregó que “hay más pedidos de trabajo y vamos tratando de asistirlos al menos con trabajos temporarios, que es lo que estamos en condiciones de ofrecer actualmente desde el Municipio. Funciona Cáritas en la parroquia, no hay comedores comunitarios pero sí la Escuela Técnica tiene un comedor para sus alumnos, desde hace dos años. Muchos, principalmente los que llegan desde afuera, almuerzan ahí”.
“Desde hace algunos meses notamos que hay mayor demanda de diferentes ayudas, eso se nota. No es excesivo, pero indudablemente ha crecido. Tratamos, dentro de lo posible, de dar respuestas a las demandas sociales”, indicó Ortman.
El Pingo
Desde la Junta de Gobierno se nos informó que en los últimos años en El Pingo se profundizó “de manera notable” la desigualdad social, impactando directamente en la pobreza. Y plantearon que “la demanda de alimentos es la principal manifestación de una crisis latente”.
Desde 2016 la Junta de Gobierno viene recibiendo pedidos y solicitudes de asistencias elementales, y junto a relevamientos de trabajos territoriales se encararon tres ejes de políticas de desarrollo y contención social.
La primera y más relevante es la implementación del merendero y comedor comunitario. En las instalaciones del Punto digital funciona de lunes a viernes una merienda a la que asisten entre 20 y 30 niños, todos los días a las 16.00.
Los sábados a la noche (atendiendo a que el fin de semana no funciona el comedor escolar), se brinda una cena nutritiva para niños y adultos a la que asisten alrededor de 40 personas cada sábado. De este modo la Junta garantiza un espacio de alimentación básico, que implica una demanda de recursos considerables, pero cuya necesidad hace impostergable estas acciones.
El segundo eje consiste en la distribución de bolsones de alimentos que otorga el Ministerio de Desarrollo Social y se reparte a familias. Estos bolsones significan un aporte importante, ya que su contenido supera el monto por encima de los 500 pesos cada uno. La distribución se realiza a partir de relevamientos socio-comunitarios y de la elaboración de un padrón que se actualiza mes a mes.
El tercer eje radica en la asistencia de casos particulares que se acerca a la Junta de Gobierno, al Punto Digital o al Área de Niñez. Se asiste con bonos para compra de alimentos, remedios, pasajes para hospitales o complejos de salud que se requieran.
Aldea María Luisa
La Junta de Gobierno tramita para vecinos la Tarjeta Social por Riesgo Social. Se trata de una prestación económica mensual de carácter alimentario por vulnerabilidad social del grupo familiar, que se efectiviza mediante una tarjeta de débito con monto no acumulable (Sidecreer).
Se entregan también semillas del INTA (Pro Huerta), bolsones alimentarios y frazadas del Plan Cobijar, todo a través del gobierno provincial. Desde la Junta se trabaja con cuestiones puntuales de salud, con ayuda para compra de medicamentos, o la compra de pasajes para aquellos que deben viajar para realizarse tratamientos médicos o estudios en otros lugares como Paraná y Crespo y que no tengan el dinero para hacerlo.
“La demanda de ayuda para alimentos específicamente no aumentó, pero sí se mantiene. Si bien no hay otras instituciones que se dediquen a brindar este tipo de ayuda, cuando otra institución como la escuela o el Centro de Salud visualizan necesidades, trabajamos entre las partes de manera coordinada, para satisfacer, dentro de las posibilidades, las necesidades específicas”, se indicó.
Aranguren
En Aranguren también es importante la tarea que lleva a cabo el Área de Acción Social. “El Área de Acción Social es muy abarcativa y son muchas las necesidades que aparecen en las familias, en mucha gente que necesita asistencia, incluyendo hasta ayuda oftalmológica, traslados, ayuda a estudiantes en carreras universitarias o terciarias a través de becas, y con ingresos propios inclusive, para que no abandonen las carreras por un impedimento económico”, se precisó.
“En lo concerniente a alimentos, atendemos de manera directa a las familias. Nos plantean la necesidad, evaluamos, hacemos un informe socioeconómico y colaboramos con unidades alimenticias, con alimentos de la canasta básica, a través de la provincia pero también incluyendo productos locales, que se compran en Aranguren. Hay mucha gente que vive de changas, que no tiene un trabajo regular a lo largo del año. A esa gente le damos una mano en la medida de las posibilidades”.
En Aranguren también trabaja Cáritas, pero en este caso poniendo mayor énfasis en la ayuda con indumentaria, aunque también se entregan algunos bolsones. “También se da un bolsón en el Centro de Jubilados y Pensionados, siendo un beneficio exclusivo para beneficiarios de PAMI. De todas formas, es un complemento importante”.
Fuente: Paralelo 32 / Análisis Digital
Foto: Ilustrativa