Cristina advirtió que no se retira y empuja al peronismo a una refundación

Cómo transformar una derrota en un resultado digerible. En esa alquimia trabajaron durante las últimas semanas los dirigentes más cercanos a Cristina Kirchner , al tanto de la tendencia negativa que mostraban los pronósticos.

El saldo de ese esfuerzo: ella se mantiene como la dirigente opositora con más capital político de todo el país, repitieron los voceros del espacio, como primera conclusión. Con esa fórmula saldrán a defender a capa y espada la vigencia política de la ex presidenta y de su fuerza, el kirchnerismo. Perdió, pero no está muerta, dirán a modo de resumen.

En el círculo más cercano a Cristina se imaginan, sin embargo, un papel diferente del que desempeñó en estas elecciones. La mayoría sostiene que la ex presidenta no va a ser candidata en 2019. Tampoco hubiese querido presentarse este año, aseguran. Eso sí: afirman que el resultado obtenido en la provincia de Buenos Aires le garantiza un lugar de privilegio en la construcción de una nueva mayoría capaz de evitar un segundo mandato de Mauricio Macri . Cristina tiene vocación de convertirse en armadora, cuentan, con la derrota todavía fresca. Ya sea a nivel nacional o en la provincia, advierten.

En un escenario de peronismo caído y sin nuevos liderazgos, el kirchnerismo apuesta a ocupar la cabecera en la mesa que llevará adelante la renovación partidaria. Reclamará ese lugar con un argumento matemático: 3,5 millones de votos en Buenos Aires. La cifra representa más del triple de lo que sacó Sergio Massa y más de siete veces lo obtenido por Florencio Randazzo, dos dirigentes que aspiraban a suceder a la ex presidenta en la jefatura de la oposición.

Fuente: La Nación