Desde 2011 que no se comía tan poca carne de vaca en Argentina

El consumo se desplomó un 3,2% durante 2016 y quedó en 57,10 kilos por persona. La caída del poder adquisitivo es la causa central

El  consumo de carne experimentó en 2016 una caída interanual del 3,2% a 57,10 kilos per cápita, su nivel más bajo en cinco años, según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).

Así, el consumo interno representó un 91,8% de la producción total (-0,9 puntos porcentuales en relación a 2015). En tanto, el sector cerró el año con el mayor nivel de faena en quince meses y las exportaciones se recuperaron moderadamente.

En su último informe económico, correspondiente la entidad que representa a la industria frigorífica afirmó: «Existe consenso generalizado acerca de que los contextos macroeconómicos internacional y local hacen que nuestro sector tenga poca competitividad frente a nuestros competidores». Dicho de otro modo: en la caída del poder adquisitivo de los salarios hay que buscar la causa por la que se comen menos cortes rojos.

«Consciente de este problema, el Ejecutivo resolvió mejorar el tipo de cambio por medio de la reimplantación de los reintegros a las exportaciones, lo que mejora nuestras posibilidades de exportación», se destacó desde la entidad y agregaron que ante el volumen de producción esperado, para evitar la caída de los precios del ganado, será necesario duplicar las exportaciones.

«Este objetivo parece difícil de alcanzar, dado que si bien el reintegro reimplantado (el 3,5% congelado versus el 4,0% refrigerado) mejora las posibilidades de exportar, resultaría exiguo para lograr duplicarlas, por lo que debería ser un 50% superior», advirtieron.

De acuerdo al trabajo de la entidad empresaria, la industria frigorífica vacuna cerró el año con el mayor nivel de faena en 15 meses, explicado en gran medida por el fuerte crecimiento de la faena de hembras (que por segundo mes consecutivo alcanzó una participación superior al 43% del total). En diciembre de 2016 se faenaron 1.062.364 cabezas de ganado vacuno, cantidad que superó en un 3,7% a la faena de noviembre y en 10,2% a la de diciembre de 2015.

Aún a pesar del crecimiento de la actividad frigorífica en el último bimestre, en 2016 la faena total se ubicó en 11,804 millones de cabezas y quedó por debajo de los registros de los tres años anteriores (-2,9% en comparación con 2015).

La participación de las hembras en la faena total cerró el ejercicio en un promedio del 41,2%, quedando apenas 0,3 puntos porcentuales por debajo del registro correspondiente a 2015. En tanto, las exportaciones de carne vacuna se recuperaran moderadamente; en relación a 2015 crecieron un 10%, hasta totalizar 218.500 toneladas y su importancia en relación a la producción total subió de 7,28% a 8,19% del total entre los años analizados.

De acuerdo al informe, las exportaciones de carne vacuna certificadas por el Servicio Nacional de Sanidad Animal se ubicaron en 13.006 toneladas peso producto (tn pp) durante noviembre de 2016 y resultaron 38,2% mayores a las registradas en noviembre de 2015 (período afectado por las expectativas de inminentes cambios en los frentes cambiario e impositivo). En los primeros 11 meses del año pasado las ventas en el exterior de carne vacuna ascendieron a 138.247 toneladas, con una recuperación de 8% interanual.

Los ingresos asociados a estas ventas equivalieron a 888,5 millones de dólares, lo que implicó una mejora de 8,2% interanual.

Por su parte, medidas en toneladas res con hueso las exportaciones totalizaron 199,6 millones de toneladas.

 

Menos pollo también

La producción de carne aviar cayó el 4% en los primeros 11 meses del año pasado con relación a igual período de 2015, mientras el consumo interno por habitante presentó una caída del 2,6%. Según un informe del centro de Investigaciones Económicas Sectoriales, el sector avícola «presentó un panorama dominado por caídas en la producción, consumo interno y exportaciones de carne aviar, en un contexto de menor rentabilidad, que afecta tanto al eslabón primario como al segmento industrial». El consumo total fue de 1,7 millones de toneladas pero igual marcaron una merma.

De todos modos no es tan pronunciado el descenso, como sucede con la carne vacuna, dado que suman varios años de aumento constante. De igual modo el sector se exhibe en crisis.

 

Las opciones son el consumo de cerdo y pollo

El presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes, Miguel Schiariti, aseguró ayer que «los precios de la carne en 2017 no van a subir, porque va a haber una oferta muy abundante», tras conocerse con precisión la baja en el consumo.

Entre los factores para la merma, el dirigente mencionó que hay un cambio cultural. Hace 10 años Argentina consumía 19 kilos de pollo por año, hoy 41; y seis kilos de cerdo, hoy 16 kilos. La explicación también puede interpretarse como un eufemismo para determinar que el público elige cortes más baratos y ajustados a sus bolsillos. Por caso, mientras el kilo de asado puede valer entre 120 y 150 pesos el kilo, el costillar de cerdo se comercializa a un tope de 110. Con el pollo sucede una curva similar pero en un escalón de valores inferior al cerdo y la vaca.

Además, según explicó «el cambio de expectativas» con la llegada del nuevo gobierno a fines de 2015 «hizo que el productor se quede con las vacas y generó una menor oferta, lo que derivó en aumentos muy fuertes a comienzos del año pasado».

Para Schiariti, la caída reportada en la producción, del 10%, «es un paso atrás para dar un salto en la producción» y propone decisiones radicales y de largo plazo para salir del mal momento: «Argentina, a raíz del gobierno anterior, perdió 12 millones de cabezas, y el actual recuperó dos. El productor está aumentando su stock, vamos a tener entre 300.000 y 500.000 terneros más que en 2016 y en ocho a 10 años vamos a tener los 60 millones de cabezas que tuvimos», sostuvo. En lo inmediato no ve soluciones.

 

Detalles de la noticia

– Para evitar la caída de los valores de la hacienda los ganaderos deben fortalecer su alianza con los exportadores para duplicar los volúmenes de negocios, un objetivo casi imposible.

– 16 Son los kilos de carne de cerdo que consume cada argentino por año, en promedio y según datos de 2016. Una década atrás el valor se establecía en seis kilos, lo que marca el desarrollo del sector porcino.

– Volver a un stock ganadero de 60 millones de animales es la misión que plantean desde el sector industrial; pero tal cantidad de bovinos en producción se obtendría en al menos 10 años de labor.