Diamante: A 2 años del fallecimiento del periodista Jorge Hugo Santana

El periodista Diamantino Jorge Hugo Santana falleció el miércoles 20 de julio de 2016 a la edad de 58 años. Relataba basquetbol en Radio La Voz y además era presidente de la Liga Diamantina de Fútbol. El 2 de julio sufrió un ACV en Villaguay y falleció  en la capital entrerriana donde estaba internado. Informe 3 lo había entrevistado el mes anterior por el dia del periodista. A continuación compartimos la entrevista.

¿Como ve usted al periodismo en el departamento Diamante?

 

 

 

Si bien hoy no trabajo en forma permanente en Diamante, creo que la realidad es la misma de todas las localidades de la zona (excepto Paraná). No hay demasiada renovación en cuanto a periodistas que ocupen lugares referenciales y marquen estilo. Creo que el concepto de vocación, muchas veces, se confunde con vedetismo o solo lograr notoriedad, y se deja de lado la necesidad de aprendizaje permanente, formación cultural, saber expresarse correctamente o escribir respetando al lector y a nuestra lengua.

Si bien las redes sociales nos facilitan y amplían el universo comunicacional, también hacen que se limiten muchas cosas: la producción propia, la investigación sin depender de Google, la corrección de nuestros textos y el tener una opinión personal de los hechos. Así infinitos ejemplos más que, a mi entender, atentan contra la calidad del comunicador.

Reitero, lo que más me llama la atención (no es exclusivo de Diamante) es la falta de vocación en los jóvenes por ser comunicadores sociales y no solo conductores de programas donde el cincuenta por ciento del tiempo se consume en leer mensajes de oyentes, en el caso de la radio, que es el medio que más se ha masificado en las últimas décadas.

 

¿Usted cree que existe la libertad de prensa o de expresión en Argentina?

Es muy difícil responder en forma tajante desde aquí; los medios afines al gobierno actual se pasaron 12 años manifestando que eran víctimas de censura, mientras expresaban cualquier barbaridad, impunemente, de los funcionarios de turno. ¿Cómo se entiende esto? La llegada del actual gobierno nacional prometió que acabaría con esa supuesta práctica y lo primero que hizo fue cortar pautas oficiales a determinados medios que hoy han puesto en riesgo centenares de puestos de trabajo.

En síntesis: creo que hay absoluta libertad de prensa si uno se propone ejercerla y no armar proyectos solo en función de la pauta oficial (como ocurre en todos lados, inclusive nuestra provincia).

También seamos autocríticos: festejamos el Día del Periodista el 7 de Junio, en homenaje a la aparición de La Gaceta, órgano oficial del primer gobierno patrio, desde donde se proclamaba la idea revolucionaria solo de un sector en la interna de los hombres de mayo.

 

¿A que periodistas admira?

Sin dudas, como formadores de mi carrera, Víctor Hugo Morales ocupa el primer lugar como “maestro a distancia”; ya sea en la faz deportiva (el mejor, con un estilo inigualable), como en lo profesional (fiel a sus convicciones desde siempre).

Otros formadores de estilo y manejo radial que me siguen guiando son Eduardo Aliverti y el siempre presente Juan Alberto Badía. También reconozco la influencia recibida desde la emblemática Revista Humor (durante la dictadura militar) y todos sus columnistas.

Párrafo aparte para quién me enseñó a ser un buen redactor: Guillermo Alfieri, mi recordado “profe” y hoy fuente de consulta como colega y amigo.

 

 

¿Alguna vez sufrió presión o censura? ¿Como fue? ¿Que hizo al respecto?

En lo político o social, no recuerdo haber sufrido ningún intento de censura. Recuerdo dos situaciones que tenían que ver con aspectos personales de quién la ejerció. Una de ellas fue en 1987, cuando se conocieron las listas de los incluidos en el “punto final” y, desde la gerencia del medio, se me sugirió no leer esa noticia en el informativo que yo hacía; tenía solo dos años de periodismo y acaté la sugerencia (cosa que siempre me arrepentí). El otro caso fue cuando, transitando el décimo año de mi programa El Último Día, se me manifestó que estaba prohibido hablar del Festival de Jineteada y Folclore; la noche anterior había obtenido una entrevista con León Gieco y no podría emitirla. A pesar de entender las razones del Director del medio, no inicié el programa y decidí no hacerlo más durante ese año; luego lo reinicie en otros medios y mantengo una permanente amistad con quién me diera aquella orden. Pero, reitero, en materia política nunca fui censurado.