«El Cristo Pescador» de Diamante, dentro de los cinco monumentos más curiosos de Argentina
En una nota del sitio digital del Diario La Nación, figura dentro de los cinco monumentos curiosos, El Cristo Pescador ubicado en la localidad de Diamante, ubicándose en el tercer lugar de dicho listado.
El Primer lugar lo tiene «El Salmón de Camarones» (una designación surrealista de por sí) ubicado en Camarones a 250 kilómetros tanto de Trelew como de Comodoro Rivadavia, pequeño puerto perdido en la costa de la Patagonia. Poco más de mil personas viven allí. Los pocos turistas que llegan hasta esta localidad por supuesto no se pierden la ocasión de tomarse una foto a su lado. Su cara de pez de historieta y la perspectiva lo convirtieron en un monumento de culto.
El Segundo lugar es para la «Tortuga Manuelita» en Pehuajó, se trata de la enorme tortuga de cemento que se ve al pasar por la ruta 5. Es radicalmente distinta a la pícara y entrañable figura que todos tenemos en mente ahora y resulta más bien una tortugona de gruesas piernas, a punto de emprender su largo viaje.
El Tercer Lugar le fue asignado al «Cristo Pescador» de Diamante, Esta ciudad entrerriana a orillas del Paraná es un pesquero reconocido y apreciado por sus dorados, surubíes y pacús. Seguramente una cosa explica la otra. Lo cierto es que el monumento se ha convertido en el emblema de Diamante, tanto como sus altas barrancas sobre el río y el Parque Nacional PreDelta.
El Cuarto lugar le corresponde al «Mausoleo de la aviadora» en Córdoba, hecho para una de las primeras mujeres en pilotear aviones en el continente. Esa pasión le fue fatal en agosto de 1931 cuando su biplaza se estrelló en Marayes, San Juan. Su esposo, Raúl Barón Biza, levantó el mayor mausoleo del país para recordarla.
El Quinto puesto es para «instrumento de música más grande del mundo» también de Córdoba, Se trata de una guitarra que mide un kilómetro de largo: el contorno de su caja y su mango está hecho con cipreses mientras las cuerdas son de eucaliptos. Se la puede ver solamente desde el aire. Es una “obra forestal” realizada por un estanciero de General Levalle para recordar a su esposa, fallecida a la joven edad de 25 años.