El diputado Jorge Monge propone la creación de una red de radioaficionados

El diputado provincial, Jorge Monge (Cambiemos), presentó en la cámara de Diputados de Entre Ríos, un proyecto de ley por el que se crea en el ámbito del ministerio de Cultura y Comunicación de Entre Ríos, la Red de Radioaficionados y Clubes de Radioaficionados para la intervención en situaciones de emergencia, inseguridad o estragos, con carácter de alerta, información o auxilios.

La Red estará constituida por los Radioaficionados o Clubes de Radioaficionados que lo soliciten a la autoridad, empadronados y clasificados por categorías, dispuestos a prestar colaboración e intervenir para alertar, auxiliar y/o colaborar por medio de radiocomunicaciones ante situaciones críticas o de siniestros, indica la iniciativa del legislador de Diamante.

El servicio público de emergencia prestará auxilio, alerta o colaboración cuando existan condiciones que coloquen a personas o a bienes en situación de daño, riesgo o peligro.

La Red creada por esta Ley servirá como un grupo auxiliar de los canales normales de comunicación cuando éstos se vean afectados por situaciones que la autoridad de aplicación considere críticas.

 

OTROS DETALLES. Asimismo el proyecto del diputado Monge, puntualiza que la autoridad de aplicación dictará el Reglamento que regule la homologación, registración, alta y baja, señales, estaciones, licencias y demás aspectos del servicio.

Las facultades que se establecen son las que se detallan a continuación:

  1. a) Ejercer la administración y control del espectro de radiocomunicaciones y/o de radioaficionados y/o Clubes de Radioaficionados de la Provincia.
  2. b) Pronunciarse y resolver sobre las solicitudes de homologación, concesión y permisos a los radioaficionados, clubes y estaciones, con arreglo a esta ley y a las reglamentaciones que se dicten.
  3. c) Poner a prueba y verificar el estado de los equipos de la Red de manera que estén en condiciones de cumplir con el requisito de recibir y enviar mensajes de emergencia o alerta.
  4. d) Dictar el Protocolo Básico de Homologación en lo concerniente a los equipos operativos, alcance y aptitud de los dispositivos y demás especificaciones técnicas de interés para un correcto funcionamiento del servicio.
  5. e) Suscribir acuerdos con los diversos Radioaficionados y Clubes de Radioaficionados inscriptos en la Red relativos a la intervención de éstos en el alerta, auxilio y/o gestión de Emergencias dentro del territorio provincial, con otras provincias y/o el gobierno nacional.
  6. f) Llevar actualizado el Registro de radioaficionados y de radiocomunicaciones que integran la Red.
  7. g) Administrar los recursos que reciba jerarquizando la información pública y transparencia.

En situaciones previstas por la presente, los radioaficionados o clubes de radioaficionados operadores integrantes de la red deberán transmitir los mensajes de emergencia, alerta o auxilio que, a su criterio, consideren relevantes o que les sean solicitados para o por las personas afectadas, autoridades, servicios de emergencia, jueces de paz, fiscalías o de policía, o aquellos que les encomiende la autoridad de aplicación de la presente. Todo ello sin costo y en la medida que sus sistemas técnicos así lo permitan.

Un reglamento específico deberá coordinar la prevención y solución de los problemas de comunicación que puedan presentarse en las situaciones indicadas por esta Ley.

Los operadores de la red no asumirán responsabilidad por el contenido del mensaje que la autoridad responsable les requiera transmitir.

Ningún canal de los operadores de la Red deberá ser utilizado durante la emergencia o situación crítica para fines extraños a los de esta Ley.

Queda prohibido el uso de la Red con fines publicitarios, promocionales y/u otros que no guarden relación con el servicio público regulado por esta Ley.

Las instituciones, entidades u organismos conectados con el Servicio contemplado en esta Ley deberán designar un representante para coordinar acciones con la autoridad responsable de la Red y con los Radioaficionados o Clubes de Radioaficionados.

La autoridad responsable de la Red actuará como Coordinador de radioaficionados y Clubes y dictará las resoluciones u otras normas de procedimiento que permitan que la Red se mantenga operativa en momentos críticos o de emergencia así como también que no se interrumpa la ejecución de las tareas de recuperación o restablecimiento de las comunicaciones.

El Responsable de la Red podrá organizar un Comité de Emergencia integrado por los operadores y clubes radioaficionados, autoridades, personas e instituciones encargadas de afrontar las situaciones críticas o de emergencia, con el objeto de convenir un plan de contingencia interno que permita restablecer y/o cumplir el servicio de alerta, auxilio y/o colaboración o garantizar la continuidad de los servicios afectados.

Los organismos y autoridades públicas y/o privadas que se relacionen con la Red deberán mantener estadísticas de fallas observadas en cada actuación, con descripción de las acciones preventivas y correctivas que se considere idóneas para mejorar el servicio y un registro actualizado con el inventario del equipamiento, tecnología, marca y modelo de cada uno, frecuencias asignadas, identificación del titular, estaciones de base y repetidoras, si las hubiere.

Las Municipalidades y Comunas de la Provincia podrán adherir a esta Ley y designar un representante para que integre la Red.

 

FUNDAMENTOS. «La ley 10.383 sancionada por esta Legislatura el 07.07.2015 no prevé un sistema alternativo de radiocomunicación que sirva de apoyo a las autoridades, otros servicios de emergencia, personas o población cuando éstos pudieran atravesar una situación crítica o de emergencia.

La provincia de Entre Ríos debería contar con una Red dispuesta a servir de auxilio a la sociedad y a las autoridades en momentos críticos (catástrofes, inundaciones, incendios, huracanes u otras calamidades) en los que, por la inclemencia de los fenómenos, las comunicaciones, (celulares, teléfonos fijos, televisión o internet) fallen.

Cuando sucede una catástrofe, las antenas de las compañías de celulares se caen y dejan de funcionar, la energía eléctrica se corta por días e incluso meses, el agua potable y el gas deja de llegar a la población dando lugar a un sentimiento de desesperación por el paso del tiempo sin que aparezcan familiares o por la inminente necesidad de salvar animales, bienes, cosechas…», indicó el diputado Jorge Monge, en los fundamentos de su iniciativa.

Y agregó: «Es ante esas tragedias, emergencias, catástrofes, cuando nos damos cuenta que necesitamos comunicarnos con urgencia para llevar tranquilidad a familiares, reclamar urgente asistencia médica, agua, remedios, o precisamos de la colaboración de alguien que está lejano, no nos puede ver, ni nos puede escuchar, porque nada funciona. En casos extremos es cuando resulta providencial el Radioaficionado o los clubes de radioaficionados.

Cuando todas las antenas y los sistemas de comunicación (celulares, handy, internet, telefonía, televisión, etc.) dejan de funcionar, los sistemas de comunicación de los Radioaficionados o sus clubes entran a funcionar a la perfección ya que con sólo una batería y unos metros de cable o de alambre común logran comunicarse con todo el mundo, pidiendo ayuda o transmitiendo mensajes.

Esto quedó demostrado, por ejemplo, durante el último terremoto de Chile, en el que colaboraron Radioaficionados de todo el mundo en colaboración con los Radioaficionados Chilenos. Fue así que, gracias a las redes, salvaron muchísimas vidas humanas pese a que, a cambio, no recibieran ni siquiera un reconocimiento», apuntó Monge.

Asimismo señaló: «En cuanto a nuestro país, es el Enacom (Ente Nacional de Comunicaciones) la autoridad que cuenta con una serie de dispositivos, normativas y regulaciones técnicas destinadas a nuclear organizadamente a los Radioaficionados o Clubes para prestar un servicio público de alerta, auxilio y/o colaboración.

Para ello, ha organizado, registrado y controlado a los radioaficionados del país interesados en constituír la red, estableciendo las licencias que se otorgan de acuerdo a cada categoría, habilitaciones de operadores, rehabilitaciones, renovación, cambio de domicilios, etc.

Países que han soportado circunstancias extremas cuentan desde hace años con redes de radioaficionados, cuya intervención en momentos difíciles para los pueblos castigados por temporales, inundaciones, incendios, terremotos, etc., es determinante pues permite establecer nexos entre los servidores, las víctimas o potenciales damnificados y los demás servicios de emergencia o autoridades ya sea comunicando instrucciones para protección o para evitar mayores riesgos o logrando salvatajes o auxilios urgentes.

El calentamiento global acusa en nuestra región sus siniestros extremos que cada vez con mayor fuerza nos obligan a concretar políticas de Estado a largo, corto y mediano plazo.

Esto nos determina la convicción de que es imperioso establecer con premura, como política de Estado, el cumplimiento efectivo del deber intergeneracional de bajar los niveles de destrucción de la Naturaleza, evitar la emisión de gas metano, el escape de radioactividad o de otros gases nocivos a la atmósfera para volver a los niveles normales de temperatura y humedad que permiten la sustentabilidad de los ecosistemas y la permanencia de los seres vivos en el planeta Tierra.

Esas acciones, reclamadas en cada encuentro de gobiernos y países, permitirán disminuir las consecuencias de los fenómenos meteorológicos altamente destructivos y peligrosos. De lo contrario, seguirán ocurriendo, con mayor asiduidad, contundencia y pérdidas irreversibles.

A modo de paliativo -y sin perjuicio de tomar conciencia y asumir los desafíos ante los cuales nos ubica el calentamiento global- el Estado provincial debería generar, tal como lo ha hecho la Nación, redes solidarias de comunicación, de nivel técnico adecuado, dispuestas a intervenir a modo de nexo entre las personas, autoridades u organizaciones rescatistas, -bomberos, policía, ambulancias, etc.- en procura de auxilio, protección o cuidado de personas o bienes afectados o en peligro de sufrir daños cuando se producen situaciones críticas o de emergencia», detalló el diputado Monge.

 

OTRAS ACCIONES. «Otras de las razones en las que la red de aficionados podría cumplir un rol tutelar y precautorio, son las que genera una cada vez más creciente inseguridad y la presencia de marginales observando los movimientos de agricultores o sus familias, para cometer delitos o actos de violencia en perjuicio de personas o bienes que geográficamente están aislados y a quienes, como primera medida, se los desconecta de toda posibilidad de reclamar auxilio.

Para defenderse de estos vándalos sería preciso contar con una red de radioaficionados vinculados entre sí y con la policía rural, comisarías o centros de salud.

México, desde 1945 y Chile, desde 2008, mantienen organizadas sus redes de estaciones privadas y públicas que prestan el servicio de alerta y auxilio enlazando regiones remotas o poco accesibles, pueblos, navegantes, fuerzas de seguridad u organizaciones. Medellín es también, desde hace años, ejemplo de ciudad en red de radioaficionados, cuya génesis y sostén partió de inquietudes solidarias de la sociedad civil.

Las redes aludidas existen también en otros países latinoamericanos caracterizándose como grupos auxiliares -más de orden civil que militar- que reemplazan los canales normales de comunicación inalámbrica cuando éstos no funcionan.

En todos los casos, las organizaciones en red de radioaficionados, comunicación basada en radiofrecuencia, radio experimentadores, etc., se han creado para la protección de personas y bienes, con capacidad para operar como un servicio público alternativo y sin costo en situación de catástrofes, crisis, actos de vandalismo o inseguridad, o fenómenos naturales de alto impacto.

En nuestra provincia esa red debería estar organizada por el área competente en materia de Comunicaciones del Estado provincial y monitoreada –tanto en su faz de homologación, verificación de condiciones de mantenimiento y prueba de eficacia- también por esa misma autoridad centralizada, con la adhesión e integración, en su caso, de Municipalidades o Comunas.

Es indiscutible la importancia que cobra este servicio cuando las demás redes fallan, ya que demostrado está, pueden salvar vidas, evitar la extensión de siniestros e impedir mayor afectación y/o daños en perjuicio de la población.

Un caso de salvataje –logrado gracias a la intervención de la red nacional de emergencia de México- fue el de rescate de la balsa Kon Tiki, a punto de naufragar en medio del océano y antes de cumplir el sueño de unir la Polinesia con el continente americano.

Resta mencionar que aún hoy día es común observar a los radioaficionados con estaciones propias ubicadas en galpones o viviendas del campo entrerriano, distantes de los centros de población, de los hospitales o de las comisarías, que se comunican entre sí para ponerse en alerta y a resguardo de asaltos o de narcotraficantes avisándose de la presencia de vehículos que se trasladan por los caminos internos en situaciones u horarios anormales o ante el giro o vuelo a baja altura de avionetas desconocidas. Esta red de productores rurales serviría perfectamente de contención contra la inseguridad si estuviesen vinculados a otras estaciones de radiofrecuencia de las comisarías o centro de salud más cercanos.

En definitiva, la convocatoria a conformar una red de radioaficionados o clubes de radioaficionados que presten el servicio de alerta, emergencia o auxilio por el carácter generalmente altruista de los operadores, podría mantenerse activa, operativa y prestando un esencial servicio público cuando los demás medios de comunicación fallan o se dañan», concluyó Monge.