Tras culminar la misión de paz en Haití, entrerrianos reconocidos por la ONU preparan su regreso

Cuatro integrantes de la II Brigada Aérea participaron en el país caribeño de la última etapa del Hospital Militar Reubicable. Tres de ellos aún están en la isla y volverán al país una vez que lo permita el huracán Irma.

A fines de agosto y después de 13 años de operaciones, cerró el Hospital Militar Reubicable que la Fuerza Aérea Argentina tenía en la República de Haití, como parte de la misión de paz de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) en ese país. El encargado de arriar por última vez la bandera argentina fue Iván Matías Portillo, quien vive en Oro Verde y desde mayo está en Puerto Príncipe prestando servicios en el campamento de los Cascos Azules.

Ahora, mientras participa en las tareas para levantar el Hospital y traerlo de regreso, espera el paso del huracán Irma por la zona para poder retornar a su hogar, al igual que Valeria Grandoli y Martín Ávila, dos paranaenses que también comparten la misión, y 12 compañeros más de otros lugares del país.

«Es todo un orgullo para mí servir a la Nación y al pueblo haitiano, y también lo es haber hecho el último arrío de la bandera», contó a UNO el joven, vía WhatsApp, y explicó: «La ONU decidió el cierre del campamento, ya que asegura que Haití puede organizarse como Estado y podrá recuperarse lentamente como país. La mayoría de los países ya replegó. Quedamos Argentina, Brasil, Paraguay e India. Somos aproximadamente 1.200 cascos azules», dijo, a la vez que señaló que estiman retornar a Entre Ríos el 23 de setiembre.

Por su parte, Valeria Fleischer, otras de las integrantes de la misión, quien regresó a Paraná hace una semana tras permanecer durante cuatro meses en el país caribeño, comentó: «Ellos aún están allá porque deben terminar de desarmar el Hospital para traerlo de nuevo, luego de 13 años y 25 misiones cumplidas».

Los cuatro entrerrianos, que forman parte de la II Brigada Aérea en la capital provincial y participaron en esta etapa final del Hospital en Haití, recibieron una medalla de la ONU el 18 de agosto, en reconocimiento a su labor. «Ese día se arrió la bandera por última vez y se realizó una ceremonia, donde se hizo la entrega de medallas que hace la ONU al finalizar cada misión», contó Valeria.

Sobre las tareas llevadas adelante, señaló: «Iván Portillo es licenciado en Higiene y Seguridad, Valeria Grandoli es la encargada de las comunicaciones, y yo estuve en el área de odontología del mismo hospital. Martín Ávila fue hace poco, como parte del grupo de apoyo que viajó para levantar el hospital». A su vez, indicó: «Durante su funcionamiento, el Hospital prestaba apoyo a la misión que hacen los soldados en Haití. A nosotros nos tocaba atender a los haitianos que trabajan para la ONU, como así también a todos los tipos de soldados que están allá haciendo seguridad, construyendo calles y rutas, tratando de levantar al país».

La paranaense rememoró que durante el terremoto que azotó a la república haitiana en 2011 también prestaron servicios, haciendo frente a una catástrofe que conmovió al mundo. Por otra parte, contó que su primera misión fue a finales de 2015 y principios de 2016, cuando llegó movilizada por un anhelo de poder ayudar a quienes viven en ese país. En este marco, al margen de las tareas habituales dentro del campamento, el grupo que formaba parte de las operaciones se ocupó además de tareas cívico militares y visitaron orfanatos, llevando comida a los chicos, golosinas, cepillos de dientes y otras cosas que hicieran falta. «Fue una excelente experiencia para mí y por eso decidí ir por segunda vez ahora», sostuvo, dando cuenta de su calidad humana.

Huracán Irma

Actualmente son 67 los argentinos que integran la última misión, y 11 más que se sumaron para levantar el Hospital, cuyos módulos serán enviados por vía marítima. Compartieron el territorio con alrededor de 2.500 personas más, sobre todo de Brasil y Paraguay.

Los que no han podido regresar aún deberán aguardar al menos dos semanas, cuando ya haya pasado el huracán Irma. El fenómeno climatológico es considerado el más fuerte registrado en el Atlántico y actualmente acecha Puerto Rico, sin ceder su fuerza y manteniendo sus vientos de 295 kilómetros por hora.

Según contó Valeria Fleisher, en el campamento ya empezaron a tomar medidas de prevención: «Estaban tomando las precauciones de racionamiento de comida y de agua. Iván Portillo me dijo que iban a empezar a andar en grupos, por una cuestión lógica de seguridad», comentó. No obstante, señaló: «Se espera que el huracán pase por la punta de la isla, y Puerto Príncipe está en el centro. Esperemos que no pase nada. La parte donde estábamos viviendo y donde permanecen mis compañeros tiene una construcción armada por los japoneses y entendemos que está adecuada para este tipo de adversidades».

Sentimientos de congoja por el fin de las tareas

Sobre el desarme del Hospital que fue un emblema, Valeria Fleisher expresó: «Trabajamos en la Fuerza Aérea y desde hace tiempo circulaba el rumor de que se iba a desarmar, pero no creímos que fuera así. Antes de desplegar, en un curso que tenemos que hacer en campo de Mayo, nos informaron que era el último Haití y que iba a durar cuatro meses si todo salía bien».

«Fueron 25 misiones cumplidas y fue muy duro, sobre todo para quienes habían estado en más misiones. Fue fuerte llegar allá y ver llegar los camiones con los containers para el desarme. Había un médico que estaba en su séptima misión, también otros chicos que incluso estuvieron en el Haití 1, cuando se armó, y fue triste ver su final», aseguró.

A lo largo de los 13 años pasaron por ese Hospital muchos otros entrerrianos. La enfermera paranaense de la Fuerza Aérea Alicia Reynoso –reconocida a nivel nacional por su participación en la gesta de Malvinas– fue parte de la segunda misión, en 2005, y recordó: «Como profesional me marcó bastante, y como ser humano fue un antes y un después, porque uno empieza a evaluar la vida de otro modo, a tener otros valores», señaló.

Fuente: UNO