Por nuevas subas en los servicios, el precio del pan volverá a aumentar en febrero
El incremento de la luz y el gas impactará en uno de los alimentos básicos del grueso de los hogares. El kilo de francés o varilla hoy ronda los 60 pesos.
Tras los anuncios de nuevos aumentos en las tarifas de los servicios públicos que se aplicarán durante los primeros meses del año, principalmente la electricidad y gas natural, los panaderos evalúan subir el precio del pan.
En este marco, Gabriel Tosso, propietario de un local del rubro en calle Perú, en Paraná, y secretario de la Federación Industrial de Panaderos y Afines de Entre Ríos, señaló a UNO: «Hay una realidad y es que todo aumento se traslada al precio del producto. Si están diciendo que la luz y el gas van a tener aumentos que rondan el 50%, indefectiblemente algo se van a incrementar los productos de panificación. Estimamos que el traslado a los precios podría aplicarse a partir de febrero».
Aunque todavía no se definió de cuánto será la suba, aclaró: «Seguramente no será mucho, ya que no podemos tampoco trasladar el total de los aumentos a las góndolas, porque sino no venderíamos nada, ya que la gente perdió mucho poder adquisitivo y se nota que no hay plata». Acto seguido, advirtió: «Mi padre era panadero y conozco el rubro desde que era chico, las épocas más duras que me acuerdo fueron la hiperinflación de (Raúl) Alfonsín y la crisis del 2001, cuando aparecieron los bonos en Entre Ríos. Pero a diferencia de los tiempos actuales, la gente tenía dinero para gastar, porque si bien aumentaban las cosas, también subían los salarios. Ahora no tienen un peso y por eso no compran».
Desde hace tiempo los referentes del sector resignan rentabilidad para poder seguir vendiendo, aunque muchos no pudieron hacer frente a los ajustes, la drástica caída de la demanda y las subas periódicas de los insumos, y debieron cerrar sus puertas. Los que subsisten, buscan la forma de soportar los mayores costos fijos. Se trata de una realidad que afecta al rubro en todo el país. En este contexto, la Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires (Fippba) afirmó que el sector está en «emergencia» y que atraviesa «el peor momento de los últimos 15 años»
A esto se suma la caída estacional de las ventas, que hace que sea más difícil afrontar la situación. Sobre este punto, Tosso comentó: «En general en las panaderías merman en un 50% las ventas y eso tiene que ver con el calor, porque la gente deja de consumir bizcochos y facturas en verano. Pero aunque compren menos, pan siguen llevando, porque se suele comer cosas más livianas y se empareja un poco la demanda del pan con el aumento de la venta de fiambre, ya que se preparan más sándwiches».
«Si tenés una estructura grande, se te cae la venta en un 50%, cómo haces para sostenerla. Necesariamente tenés que despedir gente o cerrar sucursales y eso hace que haya más gente sin trabajo», evaluó, y señaló que esto se suma a otros problemas, como la clandestinidad, con panaderías que trabajan con empleados no registrados o sin habilitación de la Municipalidad, y en consecuencia sus costos son menores y por eso ellos pueden vender un pan a un precio más económico, significando una competencia desleal.
Si bien los costos de los insumos como la margarina, la materia grasa y la harina se mantuvieron estables en los últimos meses, los propietarios de panaderías no descartan que estos artículos también puedan registrar incrementos en los próximos meses.
Actualmente en la capital entrerriana el precio del kilo de pan francés o varilla oscila los 55 y 60 pesos en el sector céntrico. Su valor varía según la zona y en los barrios se puede encontrar más barato. Y aunque en la temporada estival las familias consumen menor cantidad de productos panificados por una cuestión estacional, se trata de un alimento básico en la mayoría de los hogares, difícil de reemplazar.
En una panadería de calle Perú, la vendedora comentó a UNO que advierten mayores ventas a principios de mes, y después empiezan a mermar: «Siguen llevando de todo un poco, pero a esta altura del mes ya hay menos movimiento», advirtió.
Sobre los precios, sostuvo que aún no hubo subas, aunque estimó que «en cualquier momento el pan vuelve a aumentar». En el local que atiende el kilo está 55 pesos, el kilo de bizcochos comunes se consigue a 180 pesos y el de especiales a 220, al igual que las facturitas por kilo. En tanto, las que se venden por unidad están 12 pesos.
¿Bajará la harina?
Durante 2018 la harina subió un 131% y se convirtió en el alimento que más aumentó. Actualmente la bolsa de 50 kilos vale entre 760 y 850 pesos. Con la cosecha récord de trigo que se culminó de trillar a fines de 2018, Tosso reflexionó: «Habiendo tanto trigo debería bajar el precio de la harina, pero es muy raro que eso ocurra. El precio sigue alto, y lo determinan según a cuánto cotiza en Chicago; no se entiende por qué se rige por un precio internacional, pero así se maneja el mercado».
El sector se declaró en «emergencia nacional»
La Federación Argentina de Industrias de Pan (Faipa) decretó ayer la «emergencia nacional de las panaderías», que ya produjo el cierre de más de 200 locales en 2018, según indicaron referentes del sector.
En la sede de la entidad, anunciaron «el estado de emergencia de las panaderías de todo el país», debido a «no poder afrontar el pago de los servicios de luz, gas y agua; una agobiante presión tributaria; y la dolarización de nuestras materias primas».
A su vez, indicaron: «Es fundamental hacer conocer al gobierno nacional nuestra terrible coyuntura y que se tomen medidas para paliar esta situación, sobre todo respecto a las tarifas de servicios y aportes patronales. También se advertirá que si esta situación persiste, nuestra industria tomará medidas restrictivas, las cuales en muchos casos derivará en el despido de personal a nuestro cargo, haciendo responsable al Estado de este conflicto».