Salud y Estados de ánimo: un binomio de compleja relación

El lema de la Organización Mundial de la Salud para el año 2017 es “Hablemos de depresión”. Factores protectores y de riesgo. La perspectiva de género. Como cada año la Organización Mundial de la Salud convoca desde un lema la celebración del Día de la Salud el 7 de abril. En principio resulta llamativo que el organismo internacional recurra a categorías diagnósticas como la Depresión o en otros años a la Tuberculosis o la Hipertensión Arterial; es decir que se posicione desde la enfermedad, la patología y no desde la salud en tanto componente de la vida cotidiana.

 

Definición Salud mental según la Ley 26 657:

La definición que se adopta desde la Ley promulgada en el año 2010 es realmente innovadora. Lamentablemente es lo único que puede decirse respecto a este instrumento ya que para empezar se asienta en documentación de los años 1990 y 1991 (de 20 años de antigüedad al momento de publicada la ley!!) .

Se define a la salud mental como “un proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos cuya preservación y mantenimiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona”. Como puede observarse se resalta el componente de promoción de ambientes saludables, se pone énfasis en el entorno (laboral, social, familiar) y se complejiza la idea de salud más allá de lo biomédico.

“La salud mental es una gama de conductas, pensamientos y sentimientos”

 

Características de la persona mentalmente sana:

–              Interpretan exactamente la realidad

–              Tienen autoconcepto favorable

–              Se pueden relacionar con los demás

–              Alcanzan un sentido significativo de la vida

–              Demuestran creatividad/productividad

–              Tienen control sobre su conducta

–              Se adaptan a los cambios y los conflictos

 

 

Trastornos del ánimo:

Según la bibliografía, el estado de ánimo “es una emoción persistente y mantenida que influye en cómo percibe el mundo una persona”. En el caso de la depresión existen criterios que permiten identificar el diagnóstico como ser la referencia de la propia persona, la disminución en el interés, cambios en el peso, problemas de sueño, pérdida de energía y la existencia de pensamientos suicidas.

De hecho, existe una escala (de Beck abreviada) que según la puntuación puede indicar algún grado de depresión al revisar afirmaciones en relación al sentimiento de tristeza, pesimismo, insatisfacción, culpa, retraimiento social entre otros ítems.

Si bien existen varios tipos de trastornos del ánimo, se utiliza como prototipo el denominado Trastorno Depresivo mayor al que se le atribuyen componentes genético y psicosocial por lo cual el tratamiento excede la mera medicación y consiste en una asistencia integral en conjunto con psicoterapia que puede incluir diferentes modalidades.

En cuanto al tratamiento, se debe considerar que en general hay un estigma que acompaña a las enfermedades mentales y esto puede retrasar el mismo al no asumir la existencia de un problema que requiere atención.

 

Para tener en cuenta:

Existen factores de riesgo por ejemplo desde el componente genético (antecedentes familiares) o situaciones particulares (período posparto). También pueden darse episodios de depresión en personas con enfermedades crónicas o abuso/dependencia de sustancias.

No resulta menor el dato de que “las mujeres tienen el doble de probabilidad de tener depresión que los varones” y se afirma que este punto está menos relacionado con factores hormonales que con el proceso de socialización que influye claramente en las oportunidades de acceso a la educación o de trabajo. Esto es debido a la influencia de género en cuanto a la epidemiología; varones y mujeres tienen diferentes perfiles epidemiológicos en lo que respecta a la salud-enfermedad.

Se debe tener en cuenta que los episodios depresivos interfieren en la vida cotidiana de las personas que por ejemplo pueden no querer salir de la cama o negarse a higienizarse o a salir y socializar.

 

Promoción de la salud y prevención de la enfermedad:

Siempre es importante prestar atención a entornos (familiares, laborales, comunitarios) desde los cuales se promuevan condiciones que, como se dice en la Ley de Salud mental, preserven y mantengan vínculos (necesariamente históricos) saludables. Lamentablemente esto no es lo más frecuente en la actualidad donde los derechos de las personas son vulnerados por ejemplo ante la falta de trabajo (fuente de autoestima, no sólo de ingreso monetario), el ejercicio de la violencia de género, el acomodo político en distintos cargos entre muchas otras situaciones productoras de situaciones de estrés y agotamiento sostenidos.

 

De hecho se mencionan como factores de riesgo que producen o empeoran la salud mental situaciones además de cuestiones biológicas (como el desequilibrio de neurotransmisores cerebrales o la dependencia de sustancias) a “la imposibilidad de alcanzar metas de desarrollo, las habilidades de afrontamiento inadecuadas, la desesperanza o el agotamiento (…)”. Por un lado cuestiones individuales pero también sociales.

 

Viene bien recordar factores que promueven la salud mental como mantener una actitud positiva, la oportunidad de ser creativo y de trabajar y ser productivo en la comunidad de la que somos parte y mantener relaciones interpersonales satisfactorias. En síntesis: por un lado factores genéticos pero sin menospreciar el peso de la influencia de los vínculos familiares, laborales y comunitarios a los que hay que estar atentos ya sea en la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, el tratamiento y la rehabilitación.

 

Fuentes consultadas:

Eby L y Brown N (2010) Cuidados de Enfermería en Salud mental. Ed. Pearson. España.

Organización Panamericana de la Salud. Género, mujer y salud en las Américas. Publicación Científica N 541. (1993) Washington.

Sánchez López, MP (2003) Mujer y Salud. Familia, trabajo y sociedad. Díaz Santos editores. España.

Zaldúa G (coordinadora) Género y Salud (2000) Eudeba. Bs. As

 

Rosana Elisabet Firpo

Lic. En Enfermería. MP: 19377

Técnica Universitaria en Comunicación Social