Bolivianos negaron explotación laboral en una tienda de Crespo
Una empleada del establecimiento dijo que “tal vez por discriminación a los bolivianos nos están haciendo esto los argentinos, porque tienen tiendas y venden caro la ropa y acá es barata. Eso les quita clientes”.
Tras el allanamiento llevado a cabo por Gendarmería en una tienda de Crespo, por presunta trata laboral y tras el cual secuestraron más de tres millones de pesos, 38 mil dólares estadounidenses y más de mil pesos bolivianos, una de las trabajadoras del local comercial denunció que hubo “maltrato” durante el operativo.
Una de las mujeres consideradas víctima rescatada, en término de las actuaciones que lleva adelante la Justicia Federal, relató los sentimientos que le dejó el allanamiento por presunta trata de personas en el contexto laboral.
“En ningún momento había explotación. Estamos trabajando aquí porque queremos, no porque nos estén obligando”.
“Lo vivimos re mal. Nos trataron re mal”, dijo indignada una de las trabajadoras del local comercial donde se efectuó el procedimiento federal.
En declaraciones a FM Estación Plus 94.3, la trabajadora contó: “Cuando llegaron nos leyeron una papeleta donde dijeron que era un allanamiento y tenían que esperar que venga el dueño, pero no esperaron nada y directamente entraron, se apropiaron del lugar, hicieron lo que ellos quieren, rompieron cosas, sacaron y se llevaron cosas”.
Y continuó: “Trabajamos aquí tres chicas y un chico, y estaba una chiquita que es la hijita de mi prima. Entraron los gendarmes directamente, nos separaron y quedó un gendarme con cada chica, nos quitaron los celulares, me quitaron la llave de la caja de la plata que yo tenía en mi poder. Sólo nos dejaron decirle al Jordan (dueño del comercio) que venga urgente, no nos dejaron que le expliquemos”.
Además, explicó que “no podía hablar con mis compañeros, solo con la nenita. Desconectaron el cablecito del wi-fi para que no hablemos con Jordan. Ni al baño nos dejaban ir, porque teníamos que ir con ellos, todo con ellos, no nos dejaron ni cinco minutos, sólo para alistar nuestras cosas y nada más”.
Queja. “Nos trataron como si tuviéramos o vendiéramos droga, quizás pensaron que teníamos un taller de ropa o algo así, pero nada”, dijo la mujer y agregó: “Nos fueron informando momento a momento. Nos mintieron, porque primero me dijo ‘me vas a atestiguar y nada más, después nos vamos a ir’, pero se quedaron hasta tarde. Dijeron que es un proceso grande, que encontraron cosas y nos hicieron la bola, porque nos hicieron alistar todo rápido, bajar nuestras cosas de arriba y después de nuevo volver a subirlas”.
La joven, de nacionalidad boliviana, señaló que tras su llegada al país trabajó en Buenos Aires y ahora en Crespo, habiendo cumplido con las exigencias legales respecto de la documentación personal.
“Es la primera vez que vivo algo así”, dijo y agregó: “Pienso que porque somos bolivianos. Hoy en todos lados existe la envidia, como otra persona nos dijo, que tal vez los argentinos nos denunciaron por el hecho de que nosotros vendemos la ropa más barata. Uno piensa muchas cosas, pero lo que nos hizo es injusto. En ningún momento Jordan nos explotó, nos dijo algo, pero más claro está en las cámaras, que se llevaron las grabaciones.
Ahí está todo, están las imágenes que no mienten”.
“El trato es lo que más nos molestó”, dijo la trabajadora. “A una de las chicas la acompañaron al súper, como si fuera un delincuente que se iba a escapar. Nos molestó todo, porque hurgaron nuestras cosas, rompieron cosas, como a ellos nos les cuesta. Pero lastimosamente a nosotros sí nos cuestan las cosas”.
En cuanto a la continuidad de la causa, la mujer sostuvo: “No nos dijeron nada. Sólo nos dieron unos folletitos de trata de personas y nos dieron unos teléfonos para que llamemos si el Jordan nos amenaza o algo así. Yo pienso que si es un procedimiento tienen que volver o algo, pero no nos han dicho nada”.
“Vamos a seguir adelante”
La trabajadora boliviana aseguró: “Quiero decirle a la gente que eso de que nos explotaban es mentira, que nos iban a deportar también es mentira. Tal vez por discriminación a los bolivianos nos están haciendo esto los argentinos, porque tienen tiendas y sé que ellos venden caro la ropa y acá es barata, tal vez la gente viene por eso y eso le quita clientes. Tal vez por eso nos hicieron todo esto que pasó ahora. Nosotros vamos a seguir adelante aquí, todo normal, haremos de cuenta que aquí no ha pasado nada, pero que hablen mal de la tienda está mal, que digan lo que es justo. Vamos a seguir adelante con la vida que estamos llevando acá”.